1 NT. DADES + 1 NT. EN JAIMA EN EL DESIERTO DE MERZOUGA
SALIDAS DIARIAS EN PRIVADO - PRECIOS SIN AÉREO -
A las 8.00 hs. recogida en el hotel o riad y salida de Marrakech, cruzando el Alto Atlas por el puerto Tizi en Tichka (2.260m de altitud). Al dejar atrás la vibrante ciudad roja, nos adentraremos en las majestuosas montañas del Alto Atlas, ascendiendo por el paso de Tizi n’Tichka, una de las rutas más espectaculares de Marruecos. El paisaje nos regalará vistas impresionantes: valles salvajes, aldeas bereberes encaramadas a las laderas y cumbres nevadas que se mantienen blancas gran parte del año. Ya en la cima del puerto, el entorno comenzará a transformarse. El verdor da paso a un paisaje más árido, de tonos ocres y formaciones rocosas esculpidas por el viento y el tiempo. En el camino, haremos una parada para visitar la kasbah de Telouet, una joya arquitectónica cargada de historia. Antiguamente fue la residencia del poderoso Thami El Glaoui, conocido como el Señor del Atlas y Pachá de Marrakech. Desde allí, continuaremos hacia uno de los lugares más emblemáticos del sur marroquí: el ksar de Ait Ben Haddou, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este pueblo fortificado, testigo de las antiguas rutas caravaneras que cruzaban el desierto, destaca por su estructura de adobe perfectamente conservada y su imponente presencia sobre el paisaje. Es un lugar que parece detenido en el tiempo, con una atmósfera única. Por la tarde, nos dirigiremos al Valle del Dades, una región de gran belleza donde las montañas se tiñen de tonos rojizos y los pequeños pueblos parecen surgir entre palmerales y campos cultivados. Al llegar a Boulmane Dades, nos alojaremos en un encantador riad tradicional, donde podrá disfrutar de hospitalidad local, cocina casera y el silencio mágico del entorno natural. Este primer día marca el inicio de un viaje lleno de contrastes, historia y paisajes inolvidables.
Al comenzar este segundo día de viaje, seguiremos explorando los encantadores rincones del Valle del Dades, un paisaje donde la naturaleza y la vida tradicional conviven en perfecta armonía. Nuestra ruta nos llevará hasta Tinghir (o Tinerhir), un oasis lleno de verdor que contrasta con las imponentes montañas escarpadas que lo rodean. Este lugar marca la entrada a uno de los enclaves naturales más impactantes del sur de Marruecos: las Gargantas del Todra. Las Gargantas del Todra son un impresionante cañón de piedra caliza moldeado por el paso del río, con paredes verticales que en algunos puntos superan los 100 metros de altura. Pasear por este angosto desfiladero es una experiencia sobrecogedora, especialmente por la belleza natural y la sensación de insignificancia frente a la magnitud del paisaje. Tras esta parada, retomaremos nuestra ruta hacia el sur, atravesando los paisajes típicos del valle presahariano hasta alcanzar los límites del desierto. Pasaremos por Rissani, una localidad que aún conserva el espíritu de las antiguas ciudades caravaneras. Su medina, una de las más auténticas del sur, alberga un colorido mercado, un peculiar aparcamiento de burros y escenas cotidianas que parecen detenidas en el tiempo. Continuando hacia el corazón del desierto, llegaremos a Merzouga, punto de acceso a las majestuosas dunas de Erg Chebbi. Allí cambiaremos de vehículo para montar en dromedarios, auténticos compañeros del desierto, y nos adentraremos entre las dunas en un mágico paseo al atardecer que nos conducirá hasta nuestro campamento de jaimas de lujo. A nuestra llegada, seremos recibidos con un cálido té bereber y una hospitalidad sincera. La noche en el desierto será una experiencia inolvidable: una cena bajo las estrellas, el silencio profundo del entorno y un cielo nocturno limpio y estrellado que solo puede ofrecer el Sahara.
*Si no se desea hacer el paseo en dromedario, se puede realizar el transfer en 4x4. Si desean incluir actividad de Quad o Snowboard, háganoslo saber.
Las últimas horas del día anterior estuvieron marcadas por la magia del desierto al atardecer, con luces doradas que teñían las dunas y un cielo que parecía encendido. Pero el comienzo de este tercer día no se queda atrás: merece la pena madrugar para presenciar el amanecer sobre el desierto, un momento sereno y conmovedor que queda grabado en la memoria. Tras disfrutar de un desayuno en el campamento, regresaremos a Merzouga para refrescarnos y tomar una ducha antes de emprender nuestro regreso a Marrakech. Aunque el trayecto de hoy será más directo, hemos elegido una ruta alternativa que atraviesa paisajes igualmente fascinantes. El camino nos llevará a través del Valle del Draa, una joya del sur marroquí y hogar del palmeral más extenso de África. A lo largo de más de 150 km, este valle despliega un mar de palmeras, kasbahs de adobe y pequeños pueblos que conservan su autenticidad y tradición. Continuaremos pasando por la ciudad de Ouarzazate, y una vez más cruzaremos las montañas del Alto Atlas a través del puerto de Tizi n’Tichka, donde los paisajes cambian con cada curva: desde colinas áridas hasta fértiles valles salpicados de aldeas bereberes. A nuestra llegada a Marrakech, los dejaremos en el punto previamente acordado. Será el momento de despedirnos, poniendo fin a una travesía cargada de paisajes memorables, historia viva y experiencias que conectan con la esencia de Marruecos. FIN DE NUESTROS SERVICIOS
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